Consolidación

En el marco de la estrategia de multiplicación, nuestra iglesia trabaja celularmente a través de nuestras CDV (CASAS DE VIDA) que son coordinadas por el Área de Consolidación.

Las CDV son las células o grupos pequeños que nuestra iglesia entiende como un grupo de personas (Hasta 6 integrantes en una CDV de jóvenes y hasta 12 integrantes en una CDV de matrimonios o líderes), que se reúnen regularmente con distintos propósitos.

Para Senda de Vida, las CDV son, además del culto principal de los domingos, la principal actividad que tenemos como congregación. Una CDV tiene y debe tener los siguientes objetivos y encuadre para funcionar.

OBJETIVOS

Cumpliendo con el fundamento de Hechos 2:41 “y se añadieron aquel día…” y el de 2:42 «perseveraban (…) en la comunión unos con otros”, las CDV tienen el propósito de integrar a aquellos que se agregan a la congregación como asistentes primero y luego como miembros. En ese marco se debe lograr un ámbito de intimidad y comunión entre los distintos integrantes, y procurar que todos tengan la posibilidad de compartir y comunicar sus vivencias.

Cumpliendo con el fundamento de Hechos 2:41 “los que recibieron su palabra”, cada CDV debe procurar que sus integrantes crezcan en el conocimiento de la Palabra y en forma práctica repliquen en sus encuentros el mensaje del o los cultos del domingo.

Cumpliendo con el fundamento de Hechos 2:42 “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles …” cada CDV deber facilitar a que sus integrantes crezcan en Cristo, para lograr una transformación de vida en las distintas áreas de una vida integral. Por ello, cada líder debe procurar que quienes son integrantes logren la membresía pasando por la escuela de discipulado, pueda bautizarse y desempeñarse en algún ministerio en el marco de lo dispuesto por la iglesia.

Cumpliendo con el fundamento de Hechos 2:41 “y se añadieron aquel día”, las CDV se reúnen fuera del marco del templo para alcanzar a las personas con el propósito de sumarlas a la iglesia. En el corazón de la estrategia celular de multiplicación está la penetración evangelística, que debe ser un objetivo de la iglesia, quien acompaña con ayuno y oración para ese propósito.

Cumpliendo con los fundamentos de Hechos 2:44 “los que habían creído estaban juntos”, de 2:46 “comían juntos con alegría y sencillez de corazón”, de 2:47 “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo”, creemos que las CDV son el mejor y sano ámbito para estar juntos, compartir un almuerzo o cena, planificar una salida, compartir una reunión donde prime la alabanza y el testimonio, sabiendo que para algunos es el único ámbito de comunión que tienen en su semana.

Cumpliendo con el fundamento de Hechos 2:47 “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”, las CDV nacen ante el crecimiento de la iglesia, y en su propio ADN se encuentra el objetivo de multiplicarse y dar nacimiento a una célula hija, cuando el líder considere que eso es necesario y los encargados de consolidación acuerden su división o diversificación.

COMO MINISTERIO

Necesitamos que cada líder sepa que si bien, las CDV, nuestros grupos pequeños son simplemente un ministerio más en la iglesia, son el principal instrumento para llevar adelante la visión, pero no son la vida misma de nuestra iglesia. El Espíritu Santo es el encargado de sostener a la membresía y de producir el crecimiento, pero utiliza a otras personas para realizar su obra.

Consideramos que cada CDV es parte de la iglesia, pero de ninguna manera su funcionamiento suplanta al del culto dominical u otras actividades dispuestas. Creemos oportuno que cada CDV pueda reunirse cada 15 días (1 vez en el mes presencial y otra virtual) a los fines de facilitar que los líderes de las mismas también puedan participar de sus propias CDV donde son liderados.

Es imprescindible que cada líder disponga para reunirse aquellos días y horarios que no afecten el funcionamiento del culto del domingo o en el caso de los jóvenes, pre y ado, el desarrollo de dichas actividades. Aquellos líderes que elijan reunirse un sábado, deben procurar que el horario no se extiende a los fines de no ser gravosos para aquellos que les cuesta levantarse el domingo para concurrir al culto.

Creemos necesario que si de las 4 semanas del mes, la CDV tiene un encuentro presencial y otro virtual, las otras dos semanas pueden tener contacto a través de motivos de oración, videollamadas, encuentros personales o matrimoniales, o cualquier otra actividad que el líder de la misma considere necesario.